sábado, 10 de julio de 2010

La repetición: una técnica

Góngora, 1609. De gitanos. Estribillo popular hallado en varios bailes de ppos. S. XVII
A LO MISMO
A la dina dana dina, la dina dana,
vuelta zoberana.
A la dana dina dana, la dana DINA,
mudanza divina.

Maldonado, Maldonado, 5
el de la perzona zuelta,
dina dana,
volteador afamado,
Dale a tu alma una vuelta,
dana dina; 10
Que si contrita y abzuelta
llega a comer ezte pan,
No la taza le darán,
Zino el cáliz que hoy ze gana.
A la dina dana dina, la dina dana, 15
vuelta zoberana.

Querida, la mi querida,
bailémoz, y con primor,
dana dina;
mudanza hagamoz de vida, 20
Que ez la mudanza mejor,
dina dana;
entre en mi alma el Zeñor,
No como en Hieruzalén,
Que, aunque cuatrero de bien, 25
No azeguro la pollina.
A la dana dina dana, la dana DINA,
mudanza divina.

Góngora, 1615. Introduce numerosos lusismos, ya que intervienen esclavos negros.
A LO MISMO
A - ¡Oh, qué vimo, Mangalena!
¡Oh, qué vimo!
B - ¿Dónde, primo?
A - No portalo de Belena.
B - ¿E qué fu? 5
A - Entre la hena
mucho Sol con mucha raya.
B - ¡Caya, caya!
A - Por en Diosa que no miento.
B - Vamo ayá.
A - Toca instrumento.
B - Elamú, calambú, cambú, 10
elamú.
A - Tú, prima, sará al momento
escravita do nacimento.
B - ¿E qué sará, primo, tú?
A - Saró bu, 15
se chora o menín Jesú.
B - Elamú, calambú, bambú,
elamú.

A - Cosa vimo, que creeya
pantará: mucha jerquía, 20
cantando con melonía
a un niño que e Diosa e Reya,
ma tan desnuda, que un bueya
le está contino vahando.
B - Veamo, primo, volando 25
tanta groria e tanta pena.
A - ¡Oh, qué vimo, Mangalena!, etc.

A - Soméme, e véndome a rosa
de Jericongo, María,
-Entra, dijo, prima mía, 30
que negra só, ma hermosa.
B - ¿Entraste?
A - Sí, e maliciosa
a mula un coz me tiró.
B - Caya, que non fu coz, no.
A - ¿Pos qué fu? 35
B - Invidia morena.
A - ¡Oh, qué vimo, Mangalena!, etc.

Lorca, septiembre de 1934: “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”. Partes I y II:

“La cogida y la muerte”: a las cinco de la tarde.
“La sangre derramada”: ¡Que no quiero verla!
“Romance sonámbulo”: Verde que te quiero verde.

Alberti, 1925. “El niño de la Palma. (Chuflillas) [Versos ligeros, juguetones, donde el torero le toma el pelo al toro]”.
¡Qué revuelo!
¡Aire, que al toro torillo
le pica el pájaro pillo
que no pone el pie en el suelo!
¡Qué revuelo!
Ángeles con cascabeles
arman la marimorena,
plumas nevando en la arena
rubí de los redondeles.
La Virgen de los caireles
baja una palma del cielo.
¡Qué revuelo!
—Vengas o no en busca mía,
torillo mala persona,
dos cirios y una corona
tendrás en la enfermería.
¡Qué alegría!
¡Cógeme, torillo fiero!
¡Qué salero!
De la gloria, a tus pitones,
bajé, gorrión de oro,
a jugar contigo al toro,
no a pedirte explicaciones.
¡A ver si te las compones
y vuelves vivo al chiquero!
¡Qué salero!
¡Cógeme, torillo fiero!
Alas en las zapatillas,
céfiros en las hombreras,
canario de las barreras,
vuelas con las banderillas.
Campanillas
te nacen en las chorreras.
¡Qué salero!
¡Cógeme, torillo fiero!
Te digo y te lo repito,
para no comprometerte,
que tenga cuernos la muerte
a mí se me importa un pito.
Da, toro torillo, un grito
y, ¡a la gloria en angarillas!
¡Qué salero!
¡Que te arrastran las mulillas!
¡Cógeme, torillo fiero!

(El alba del alhelí, 1926)

No hay comentarios:

Publicar un comentario